Todas las religiones son sostenidas por los donativos de sus miembros, con ello se construyen templos, se pagan servicios y en algunos casos sueldos a servidores que dejan sus empleos ordinarios para dedicarse por completo a la obra de Dios, y eso está perfecto, PERO hay quienes roban a inocentes bajo manipulación, DIOS nunca te va a exigir cantidades de dinero que te dejen prácticamente sin comer.
No es posible que le pidas a una persona una suma de dinero por orar por un muerto disque pa sarcarlo se un purgatorio que de paso no existe, otros en la santería han tenido que vender una moto o un bien pa pagar una suma exagerada pa que le bajen un santo (espiritu) que por cierto la Biblia que son demonios; también hay algunos pastores que manipulan y quitan grandes cantidades de dinero de muchas formas, cosas como estas NO SON BÍBLICAS.
La Biblia te habla de dar ofrendas según tus posibilidades, no te dice que te quedes en la calle.
1 Corintios 16:2 - 3 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén.
La palabra de Dios también te habla de el 10% de lo que El Señor te da, osea de 100 sólo das 10, lo que me parece muy mínimo.
El diezmo es de la ley y no debemos hacerlo? Dejame darte la respuesta, Abraham diezmó aproximadamente 430 años antes de que en la ley de Moisés se hablará del diezmo, por lo tanto el diezmo que damos para sostener la obra de Dios lo hacemos bajo la gracia y no bajo la ley. Lea los siguientes versículos y entienda:
Génesis 14:18-20. Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra;y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
Gálatas 3:16 - 17 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa.
Malaquías 3:10. Entreguen, pues, la décima parte de todo lo que tienen al tesoro del templo, para que haya alimentos en mi casa. Traten después de probarme, dice Yavé de los ejércitos, para ver si les abro las compuertas del cielo o si derramo para ustedes la lluvia bendita hasta la última gota.
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